divendres, 15 de gener del 2010

Vuelvo a Wordpress

Ante la omnipresencia de Google me vuelvo a Wordpress. Los gigantes, aunque se vistan de "Don't be evil" siempre me causaron respeto cuando no temor.

Me podéis seguir en Blog actaulizado en wordpress donde recojo los posts antiguos también.

dissabte, 9 de gener del 2010

El día del orgullo de la economía local

Nuevo post sobre los Reyes Magos y la Economía Local, http://ping.fm/okGRk

dilluns, 28 de desembre del 2009

El sobrecoste de la comunicación

Las infraestructuras de comunicación que permiten la socialización son consustanciales al desarrollo de la especie humana, y también a muchas otras especies. Pensando en clave de sostenibilidad aparecen las primeras diferencias entre ambos colectivos ya que si bien ambos establecen redes o infraestructuras de comunicación, los humanos tenemos tendencia a mantenerlas mientras que las otras especies las  eliminan una vez utilizadas evitando así un derroche de energía innecesario o inaceptable para su supervivencia y la del entorno.

Las hormigas segregan las feromonas para establecer las rutas hacia la comida, feromonas que se evaporan cuando la densidad de paso disminuye; nosotros construimos caminos, senderos y carreteras y los llenamos de señales para orientarnos. Las aves y ballenas cuentan con su canto, cada uno adaptado a las distancias y radio de acción que recorren unas y otras; nosotros necesitamos tecnología para comunicarnos más allá de unos pocos metros.

Desarrollar elementos de comunicación no deja de ser un proceso asociado a la evolución de nuestra especie, para bien o para mal. El problema radica en que no hemos llegado todavía al grado de evolución que han conseguido otras especies y estos elementos de comunicación perduran en el tiempo, consumen energía innecesariamente o convierten recursos humanos en cautivos aunque no los utilicemos permanentemente.

En el caso de las señales de humo de los nativos americanos, o las torres de vigilancia de la frontera de castillos de la marca hispánica, o de la Costa Brava frente a los piratas, para establecer comunicación era necesario un elemento emisor discrecional y un elemento receptor permanente. Dado que el receptor tenía que replicar el mensaje hacia la torre siguiente se convertía a su vez en emisor, y una larga cadena de recursos humanos se hacía finalmente necesaria para mantener la comunicación.  El poney express recorría el oeste americano para llevar mensajes y mercancías, dejando a su paso una energía consumida en el proceso, unos cuantos muertos y una pequeña infraestructuras de fuerte en fuerte.

Llegó el telégrafo que acabó con los mensajes, y el ferrocarril que acabó con las mercancías, dejando ambos una infraestructura fija pero también un gasto energético en forma de electricidad que empezaba a despuntar.
La telefonía fija consumía primigenia consumía cuando se establecía comunicación, hasta que llegaron los nodos de distribución. La televisión, la radio, y tantos otros elementos que requieren electricidad tanto si se consume como si no, y finalmente el boom de la telefonía móvil -cada X días a cargar el móvil por si acaso- las redes sociales y el cloud computing. El mantenimiento de esta infraestructura comunicativa tiene un coste energético extraordinario, cuyo impacto va mucho más allá que el de la infraestructura física que lo hace posible, y que acostumbra a pasar desapercebido.

Y sin embargo, seguimos sin hablar con el vecino en el ascensor. La comunicación más natural, la que no requiere otra tecnología ni energía que no sea la educación, el civismo y cierto grado de empatía y sana curiosidad.

diumenge, 22 de novembre del 2009

Escuela de SER


Supongo que a muchos os pasa o pasará al llegar a los cuatro decenios de vida. Tal vez a algunos les llega antes, y no están maduros para apreciar la importancia de la reflexión. Leen algunos textos de sabios pero no pasan a la acción. A otros, aunque les llegue a los 40, no es hasta la anhelada jubilación cuando pueden ponerse en camino. Unas veces es una reflexión interior sobre el propio camino vital, y en otras ocasiones lo es sobre la sociedad en la que vivimos como si no formásemos parte de ella.

En todo caso, cuando llega golpea con fuerza. Es esto todo? La vida no da para más? Por qué vivimos en una sociedad donde el consumo nos moldea y lo más importante es TENER algo para ser alguien? Como algunos habréis podido deducir estoy leyendo a Erich Fromm en su "To have or to be" (Tener o ser en mi traducción de 1978). y creo que avanzaremos cuando tenga tanta aceptación como Stieg Larsson.

El libro en cuestión nos introduce la vida según el "modo de tener" y el "modo de ser", con innumerables ejemplos, indicaciones y comparaciones entre ellos. Lo que más me llama la atención es que apenas hemos sido formados en el "modo de ser". Desde nuestra más tierna infancia vivimos adormecidos con el cándido sopor del consumismo fácil, de la trivialidad y la banalidad, y nos es muy difícil escapar de esta rueda. No sólo darnos cuenta de que algo no va demasiado bien, que está bien como primer paso, sino intentar poner en práctica el cambio huyendo de meditaciones y gurús que nos venden su mercancía para llegar a TENER claro el camino.

Durante mi época como profesor en la UOC uno de los descubrimientos más interesantes que hice fue la cantidad de personas que se matriculaban en la carrera de HUMANIDADES a partir de los cuarenta años, tratando de descubrir con algo de ayuda por qué se habían perdido por el camino, por qué no llegaron a ser aquello que de niños les ilusionaba, por qué vivían tan ligados a las posesiones y por qué estaban tan poco dispuestos a hacer cambios radicales en su vida, esperando unos pocos años más hasta la jubilación.

Dónde encontrar un máster universitario en SER? O tal vez también sea un error pensar que TENDREMOS tal titulación y ya seremos alguien en este campo? En este blog he hablado a menudo de introducir competencias en primaria y secundaria sobre emprendizaje, iniciativa, capacidad crítica,... pero nunca de la competencia de SER. Se puede enseñar? se puede transmitir? no dejaríamos a los niños esquizofrénicos simplemente con salir a la calle y empezar a leer toda la publicidad que nos envuelve? 

Me temo que este no será el último post que hago sobre el tema.

diumenge, 18 d’octubre del 2009

Quiero un ECOVERITAS de ropa y calzado!!


Acostumbran a ser los hechos cotidianos los que me llevan a escribir una entrada en este blog, sea como pataleta o como herramienta de aprendizaje ahora que en el "formal o reglado" no puedo seguir adelante dicen ( y si lo hago me cobran el doble por una segunda carrera).

Ayer llegó el otoño de golpe, casi sin avisar, y nos pilló bajos de existencias en calzado para los niños. De la ropa ya nos habíamos encargado hace unas semanas, y la compra originó una breve entrada en twitter al respecto preguntado si alguien sabía dónde comprar en el área de Barcelona ropa de niños fabricada a menos de 500km de esta ciudad. Es difícil escapar de Bangladesh, China, Marruecos o Brasil.

Ayer nos pasó otro tanto con el calzado pero en otro sentido, la estética, la ergonomía, y el precio. Recorrimos infructuosamente ocho zapaterías de Sant Cugat buscando una bota de niño de la talla 31-32. Todo lo que encontramos fueron variantes de la imagen que ilustra el post: la adaptación a la talla de los 8 años de la moda de botas de caña alta que hace dos años invadió y pareció enloquecer a todo el sector femenino adulto y adolescente.

No contento el sector de la moda con igualar a este segmento con las dichosas botas, se lanzan este año a por las niñas. La diferencia es que las niñas tienen que jugar en el patio, y necesitan una cierta flexibilidad en los tobillos que estas botas no tienen. Preguntando a los dependientes sobre la existencia de las botas (Kickers aparte) nos dijeron que "es lo que pedían las mamás" (literalmente), y que a partir de la talla 31-32 desaparecen las botas infantiles de toda la vida porque no hay demanda.

Sería mucho pedir que alguien tuviera la inciativa de montar algo parecido a la cadena veritas -con todo lo bueno y lo malo que pueda tener- pero trabajando sobre otra necesidad básica como es vestirse con algo de sentido común? Tendría que ser un ejemplo de sostenibilidad tanto en el aspecto medioambiental (procedencia de los materiales y composición de los mismos) como en el sociolaboral, huyendo tanto de las modas de rotación quincenal de Zara como de las tiendas de consumo justo.

Las primeras apuestan por la cultura del usar y tirar conviertiendo una necesidad en un objeto del deseo fugaz y compulsivo. Las tiendas de comercio justo, a pesar de tener muchos aspectos positivos, no dejan de anteponer el desarrollo de las personas sobre el coste ambiental del transporte, y en general tienen pocas tallas y modelos por lo que su aceptación en el mercado es limitada y no solucionarían mi problema de suministro.

A pesar de que ya existen algunas iniciativas como los zapatos de El Naturalista o los Camper, o en otro sentido y desde el tercer sector la campaña Roba Neta Ropa Limpia de Setem, siempre queda la duda de lo fácil que resulta para algunas empresas utilizar la sostenibilidad como elemento marketing no sustentado en valores reales. Si bien en las webs de las dos primeras empresas aportan información sobre los materiales y los procesos,  en general no dicen nada sobre de dónde procede el material y cómo se transporta. En todo caso son un paso adelante, nunca mejor dicho.

Tanto para estas empresas como para el "veritas" del calzado, creo que sería interesante que pasaran dos auditorías informales: la primero, la de la revista OPCIONS del centro CRIC, referente en España en consumo responsable. La segunda, más reciente, la de la iniciativa del MIT sobre cadenas de suministro Sourcemap que quiere conseguir a través de la aportación de millones de usuarios que sepamos de dónde procede todo lo que compramos y qué coste ambiental tiene su ciclo de vida (que, aunque algunos no lo crean, no se acaba cuando se tiran a la basura los zapatos viejos).