dissabte, 13 de desembre del 2008

Holding Universidad

Estamos acostumbrados a leer sobre grupos empresariales en que a partir de un negocio inicial se van generando nuevas oportunidades de negocio por iniciativa propia o por absorción de otras que hacen conveniente la creación de otras estructuras empresariales con o sin ánimo de lucro como las fundaciones (estoy abierto a discutir esta definición). La integración, gestión del grupo como un todo coherente conservando la independencia de actuación de las partes es una de las disciplinas más difíciles de conseguir en el entorno empresarial, .

En los últimos años las universidades se están conviertiendo también en organizaciones en grupo, aunque no parece que más allá de la consolidación de resultados haya una estrategia como grupo. Este hecho aparece a partir de la constatación y consolidación de la segunda y tercera misión de la universidad, la investigación y la transferencia de resultados (retorno) a la sociedad y a la incapacidad de gestionarlas o impulsarlas correctamente con la estructura de gobierno y administrativa derivada de la primera (docencia).

En un principio la lógica dominante fue la de buscar una mayor agilidad de contratación, autonomía de gestión y participación de otras instituciones con un papel básicamente financiero. Son un ejemplo las estructuras decicadas a gestionar la formación contínua y la transferencia de tecnología. Alguna universidades mantuvieron estas funciones internamente y otras las externalizaron utilizando la figura jurídica de la fundación sin ánimo de lucro. En todo caso las universidades mantenían el control de estas estructuras. Es el caso de la Fundació Bosch i Gimpera de la UB  y  la Fundación IL3-UB.

Otro caso fue el de la creación de centros de investigación o tecnológicos. El profesorado investigador de renombre tenía serias limitaciones de espacio, de contratación de personal y de agilidad administrativa en la gestión de proyectos. La investigación de la universidad (o el número de investigadores) está supeditada a la docencia de manera que si no crece el número de alumnps no crece la plantilla de investigación. Algunos de estos investigadores (hombres en su mayoría) apostaron por crear centros de investigación de gestión poco burocratizada, con personal a cargo de proyectos de investigación. En el patronato de estos centros participaba la universidad pero ya no tenía la mayoría sino que la compartía con la administración pública (autonómica o estatal, y en algunos casos municipal). Estos centros en algunos casos se han desarrollado extraordinariamente, y las universidades pueden considerarlos como amenazas de descapitalización o como oportunidades de promoción y crecimiento. En este caso podemos mencionar al prestigioso instituto de ciencias fotónicas ICFO liderado por Lluís Torner, investigador de la UPC.

Una tercera tipología de entidades en las que la universidad tiene participación son las empresas con origen en la investigación, las spin-off. Hasta hace poco la universidad podía participar o no del capital de las mismas en función de la voluntad del Rector y del grado de implicación del investigador y de la investigación universitaria en la empresa ya que la legislación era algo ambigua. Con la ley de universidades actualmente vigente se abren nuevas oportunidades para el personal investigador (excedencias, consejo de admnistración,...) pero también las universidades participarán en mayor medida en las spin-off de manera que la cartera de participadas de las universidades crecerá con las necesidades de gestión que ello conlleva.

Una cuarta variante sería el caso en que una administración impulsa la creación de un centro tecnológico en que participa una o más universidades, la propia administración pública y -como requisito para acceder a la financiación pública para centros tecnológicos-  la empresa privada que en este caso debe ostentar la mayoría. Sería el caso del centro tecnológico Barcelona Media.

Y finalmente una quinta variante es la que conforma la participación de la universidad en parques científicos y tecnológicos, donde siguiendo el esquema anteriorla universidad acostumbra a tener voz en los órganos de decisión pero no es la única. Estos parques científicos concentran (o deberían concentrar) las spin-off mencionadas, departamentos de I+D de grandes empresas, otras empresas de base tecnológica, laboratorios de la propia universidad, centros de investigación, centros tecnológicos y espacios para prestar servicios de innovación como incubadoras o servicios tecnológicos comunes. Sería el caso del Parc Científic de Barcelona.

Podríamos incorporar nuevas categorías pero en todo caso es suficiente para ilustrar cómo ha crecido la "cartera de participadas" de la universidad. La gestión de las mismas no es simple. Cómo debe actuar la universidad para alinear los intereses de cada una de las "empresas" del grupo con las suyas propias? Algún lector o lectora se reconoce en este escenario? Algún grupo de investigación interesado en organizar un proyecto con objeto de establecer una metodología o al menos unas buenas prácticas?

dilluns, 8 de desembre del 2008

El sentido de la innovación

Una de las ventajas de impartir cursos, talleres, seminarios...  es que te permite reflexionar con el público siempre que consigas como docente romper la barrera de subordinación maestro-aprendiz basada en prejuicios y temores originados en el sistema educativo actual. En el curso de El Ferrol utilizo como ejemplo de innovación el paso del analógico al digital, y como parte del proceso de evolución tecnológica el paso del LP al cassette.

Uno de los asistentes me comentó que para él la verdadera innovación no estaba en la tecnología sino en la posibilidad que se abría al público en general de grabar y reproducir el sonido. Este comentario me impactó porque estamos acostumbrados a buscar la innovacion fácil en productos y servicios tomando como referencia de éxito su introducción en el mercado, y no contemplamos que es mucho más poderoso el concepto de modificación de hábitos, conductas o cambios sociales que conlleva el avance tecnológico en sí.

El caso del cassette es claro para mí aunque podéis discrepar por supuesto. Hasta la fecha eran pocos los que podían "congelar" la música, sólo las empresas que grababan los registros y podían después traspasarlos a LP o similares. Con la cinta magnética todo el mundo podía decidir qué conservar, podía reproducir una y otra vez el sonido, pasaba a ser copropietario de la música. Este hecho tan simple modificó la manera de enseñar idiomas ya que se popularizó el método que no había conseguido triunfar con el disco de vinilo, la manera de recoger y generar noticias, las primeras experiencias informáticas (quién no recuerda el tedioso prodecimiento para conservar los programas del ZX Spectrum de Sinclair) y con la introducción del walkman de Sony llegó la revolución y los problemas con la SGAE. Algo parecido pasó con el digital y el ipod, pero no va de esto mi post de hoy.

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A lo que quería llegar -y de ahí el título del post- es que por primera vez se dió la capacidad de actuar sobre el sentido del oído y su democratización. Se podía conservar el sonido y reproducirlo sin límites, pero no sólo la industria sino la población en general. Creo que aquí está la clave de la aceptación de esta tecnología y su posterior evolución. Podríamos establecer un paralelismo con la imprenta y la memoria. Hasta su desarrollo la memoria era oral y en pocos casos, controlados por el poder eclesiástico, escrita. La aparición de la imprenta posibilitó a la "gente de a pie" conservar su memoria, leerla, transmitirla y alterarla si convenía tantas veces como fuese necesario.

Qué nos queda por desarrollar? La  visión, el olfato, el tacto, el gusto. La visión está en camino desde la pintura, la fotografía, el video, el tratamiento de imágenes,... y finalmente la eclosión bajo internet de flickrs y youtubes. Pero sospecho que aún no hemos dado el salto revolucionario que supuso la grabación de audio aunque estemos en ello.

Respecto de los otros tres estamos lejos todavía de poder "almacenar" sentidos y sensaciones. Sí se empieza a promocionar el marketing por olores asociado a neuromarketing (por ejemplo aquí) pero estamos todavía del lado de las corporaciones. Yo como ciudadano no puedo crear y conservar un olor de manera fácil y repetitiva, necesito una formación y tecnología adecuada. Tampoco puedo guardar la sensación de tacto de una manta suave o de la seda, o de la arena de playa bajo los pies, y finalmente no consigo tener unas papilas gustativas electrónicas con las que almecenar el gusto del pollo al ajillo o de las natillas caseras aunque existan ya narices y lenguas electrónicas comerciales.  Tal vez la música sea la receta de cocina o del perfume y el cassette sea el plato o el frasco, pero todo se andará.

Lo que da de sí un curso sobre innovación básica.

diumenge, 7 de desembre del 2008

Curso sobre Innovación en Ferrol

Vuelvo con el blog, aunque con cambio de nombre.  Definitivamente abandono a TechTransfer (aunque he importado los posts antiguos por si alguien estuviera interesado y seguiré hablando del tema) y me centro en entradas sobre innovación de amplio espectro, desde la evolución de sociedades y especies hasta las políticas de  innovación local que empiezan a aparecer por nuestro país.

En este sentido hace pocos días tuve la oportunidad de impartir un curso sobre fundamentos de la innovación a técnicos y sobre todo técnicas de la administración local organizado por la Cámara de comercio de Ferrol a quien agradezo su invitación. Es un curso -más bien un seminario taller en este caso- que ya he realizado en otras ocasiones con otra duración pero idéntico perfil de público. El trato exquisito, el paisaje sublime y el tiempo gélido para estas fechas.

ria_ferrol-g Parece  que la administración pública va tomando conciencia de que las políticas de ocupación dirigidas   exclusivamente desde el área de Promoción Económica o equivalentes y basadas en la creación de empresa pierde fuelle con el cambio de modelo productivo que algunos llevamos tiempo reivindicando. Si os fijáis son pocas las poblaciones que trabajan más allá del apoyo a la persona emprendedora, los concursos de ideas y la formación para emprendedores. Cornellà, con su citilab es un ejemplo que nada a contracorriente.

El taller trataba de explicar qué es innovación desde diferentes puntos de vista así como las modalidades, las ayudas, la I+D, la propiedad intelectual, la necesidad (o no) de gestionar la innovación, innovación no tecnológica, agentes de innovación y territorio,...y recursos variados sobre el tema. En este caso el curso fue de 4h, una maratón de la innovación con apuntes sobre diferentes temas excepto la financiación.

En cualquier caso lo relevante del curso no es el contenido en sí sino el desconocimiento de esta temática que en general presentan los asistententes y que siempre acabemos hablando de cómo favorecer la innovación en el territorio. En Cataluña empiezan a dibujarse e implantarse planes de innovación local (Manresa, TerrassaSant cugat, ... -en catalán-) que van más allá de la clásica política de apoyo al emprendizaje y tienen en cuenta a los diversos agentes de innovación del territorio, los alinean (o lo intentan) y definen y ejecutan proyectos que favorezcan la competitividad económica a medio plazo sin descuidar vectores como el social o la sostenibilidad. En posts posteriores comentaré alguna de estas iniciativas.