dimecres, 7 de gener del 2009

Cabalgatas sin gluten

En el proceso de innovación es necesario disponer de una cartera de ideas lo más amplia posible. Algunas de ellas se convertirán tras en desarrollo de un proyecto en productos y procesos nuevos.

El origen de estas ideas puede ser interno, pero la organización tiende cada vez más a aprovechar el entorno de proveedores, clientes, competidores... y en general la sociedad para abarcar un  mayor número de ideas.

En el caso de los productos sin gluten encontramos ya algunas -pocas- organizaciones que están realizando bien su trabajo de captación de nuevas ideas para ofrecer nuevos productos o servicios. Os ofrezco tres ejemplos.

Desde hace cuatro o cinco años algunas cabalgatas de reyes incorporan caramelos sin gluten. Este hecho que os puede parecer trivial es de la mayor importancia para los niños que siguen la comitiva real. Puede haber algo más frustrante para un niño que el asistir impávido a la cabalgata viendo como sus vecinos recogen caramelos que él o ella no puede comer? Algunos ayuntamientos como el de Sant Cugat han hecho los deberes (gracias de nuevo a la insistencia de la delagación local de SMAP) y los reyes y pajes arrojan caramelos sin gluten. Falta ahora que todas las carrozas lo hagan, no sólo las del ayuntamiento, pero todo es empezar.

También algunas empresas fabricantes de golosinas han detectado la nueva demanda y ofrecen caramelos y chucherías sin gluten. Y no se trata de ofrecer productos nuevos sino de garantizar que en el proceso de fabricación no se utiliza el gluten y que las instalaciones en las que se fabrican no están contaminadas por este producto. Como ejemplo pongo el caso de la empresa de chocolates y golosinas Simon Coll que desde 1840 fabrica chocolates de primera calidad innovando en sus procesos de márketing y productos. Ofrecen productos sin glunte, también aptos para personas diabéticas.

En todo caso estas empresas se adelantan a la ley que entrará en vigor esperemos este 2009 y que obliga a todas las empresas a etiquetar si un producto contiene más de 20ppm de gluten. Las empresas innovadoras se adelantan a las regulaciones y normativas y aprovechan las oportunidades. 

Y finalmente los distribuidores al cliente final (kioscos y tiendas de golosinas) algunas de las cuales están sensibilizadas y se esfuerzan para etiquetar sus productos. Es un priviliegio poder entrar en estas tiendas y comprar sin tener que preguntar a un encargado o encargada que no sabe de qué le estamos hablando. Es una manera más de fidelizar al cliente, y en estos casos en que la alegría de los niños está en juego os puedo asegurar que lo fidelizan. El ejemplo real en este caso es la tienda K BO! de Sant Cugat, en la calle Torrent de la Bomba 46. 

Mi agradecimiento a las tres organizaciones.


  

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