dissabte, 19 de setembre del 2009

Innovación en energía 2.0


Se ve venir, se huele el cambio, y los avispados se posicionan. Todos hemos oído (de la mano de Rifkin entre otros) que la generación de energía en grandes centrales está a punto de cambiar, que siguiendo el ejemplo de la evolución de la web (de consumidor a prosumidor) todos pasaremos a consumir y generar energía (y si no has leído nada al respecto debieras preocuparte). Las ventajas son claras: un modelo distribuido permite encender y apagar las minicentrales en tiempo real (cosa que es difícil de hacer con una nuclear o térmica), es más tolerante a fallos y a ataques al sistema, y permite que la gente sea más consciente de lo que consume y genera.


De lo que quiero escribir en este post no es tanto la evolución del sistema energético hacia el 2.0 ni de las ventajas -e inconvenientes, que también los tiene- del sistema distribuido, sino de los diferentes posicionamientos y movimientos estratégicos que realizan algunas empresas, tanto nuevas como ya consolidadas.

El  primer caso lo tenemos en este post de Cool tools, en el que nos explican cómo dos nuevas empresas aprovechan las subvenciones y aplican una estrategia win-win en el ahorro energético siguiendo el modelo "solar power purchasing agreement" o Solar PPA. Ellos te instalan los paneles fotovoltaicos en tu tejado y tu no pagas nada o pagas una parte. Ellos venden la energía a la red eléctrica, te mantienen la instalación y te descuentan una parte de tu factura energética quedándose el resto. No hay riesgo, todos ganan, excepto en el caso de que desaparezcan las subvenciones (para entonces ya las habrán cobrado, se supone). La única pega que encuentro es que no se hacen cargo de los paneles una vez acabada su vida útil de 18-20 años.

Un segundo caso interesante que he leído es el de Volkswagen entrando en el negocio de la generación eléctrica mediante calderas de gas en cada casa, como puede leerse en el siempre interesante blog de CleanTechnica. También Honda entra en este negocio de los microgeneradores combinado (Micro sized Combined Heat and Power, MCHP). En ambos se genera calor para la casa y electricidad para pequeño consumo (Honda) o para vender a la red (Volkswagen, en alianza con LichtBlick).

Uno no puede dejar de preguntarse qué oscuros intereses pueden tener estas dos empresas de automoción en el sector de la energía. Y la razón parece clara. Los coches eléctricos o híbridos que están ya a la vuelta de la esquina  requieren estaciones de carga que todavía no estarán desplegadas por el territorio. Como la mayoría de viajes son urbanos, con la carga nocturna sería suficiente para el viaje del día siguiente, carga que podría venir del propio microgenerador o bien permitir que los vehículos actuasen como acumulador distribuido de los excedentes de generación de energía de grandes plantas.

El tercer caso y cierro es la estrategia de Google y General Electric, que se alían hábilmente para trabajar este conceptp de smart grid. Google está apostando por medir y disponer de la información de consumo generada por millones de aparatos con el proyecto Google Power Meter, a la vez que desarrolla nuevas tecnologías en renovables, gestión inteligente de la red y vehículos híbridos a través de su fundación filantrópica. En los casos anteriores empresas de automoción se adentraban en el sector de la energía. En este son dos empresas, una de energía y otra de información, las que se adentran en el mundo de la automoción.

Dos son las reticencias que pueden encontrar los diferentes proyectos. La primera, que no queda nada claro el beneficio de la utilización de la energía distribuida si se sigue basando en combustibles fósiles. Para cuando el mismo empeño en mejorar pero con renovables, como el proyecto DeSolaSol. La iniciativa americana del primer caso, no existe en Europa? No sólo el consumo del automóvil es el problema -sea eléctrico o explosión (suena arcaico no?)- sino el modelo de movilidad y concentración que impone el mismo en lugar de favorecer el transporte público y la distribución equilibrada en el territorio.

La segunda, que difícilmente un gobierno o el lobby energético de turno (que tan bien ha funcionado en Garoña) permitirá que un activo estratégico como la generación de la energía quede en manos de la sociedad. Qué pasaría si en lugar de huelgas de trabajo se hiciesen huelgas energéticas ante una decisión gubernamental de subida de impuestos por ejemplo? Qué pasaría si todo el mundo se desconectase de la red como generador? Demasiado riesgo no controlado.

Tal vez la solución sería duplicar la instalación, con 10M de hogares generado que voten a la izquierda y 10M más que voten a la derecha, o que la pérdida de unos se puediese compensar con el incremento de los otros. Si estás de acuerdo, enciende tu caldera. Si no, apágala.  Serían realmente unas ELECciones

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